Vesícula Biliar

La vesícula biliar es un órgano que funciona como reservorio para  la bilis producida por el hígado. Esta se conecta origina de los conductos hepáticos derecho e izquierdo, que confluyen formando el hepático común. Se unen con el conducto cístico formando colédoco que desembocan en el duodeno. Estos conductos tienen un epitelio cilíndrico simple con una lámina propia delgada, cuenta con una capa de músculo liso que aumenta en el contacto con el duodeno formando el esfínter de Oddi.  (Junqueira, 2021)

 

La vesícula biliar es un órgano en forma de saco, de 10 cm de largo, se encuentra plegada sobre sí misma, con la capacidad de distenderse de acuerdo a la bilis. Se divide en fondo, cuerpo y cuello. (Geneser, 2015)  Al igual que otros órganos huecos se compone de:

 

Mucosa: Se encuentran abundantes pliegues, más evidentes con el vaciamiento de la vesícula, formada por un epitelio cilíndrico simple, con núcleos ovalados basales y microvellosidades apicales, se pueden encontrar células claras o en cepillo.

 

Tiene una lámina propia de tejido conectivo laxo en la cual no circulan vasos linfáticos  pero se encuentra muy vascularizada, carece de una capa muscular de la mucosa. (Junqueira, 2021) 

 

Muscular externa: Ya que no se encuentra submucosa, está unida con la lámina propia de la mucosa, conformada por músculo liso, no se encuentra organizada en alguna distribución específica. Se pueden encontrar fibras musculares longitudinales y oblicuas unidas por fibras elásticas y colágenas. (Geneser, 2015)

 

Tejido conectivo: La vesícula se encuentra rodeada en su totalidad por tejido conjuntivo denso en la cual transcurren vasos sanguíneos, linfáticos y nervios. Esta capa se encuentra rodeada de un tejido más laxo, que da lugar a una serosa con su respectivo mesotelio en las áreas que no se encuentran en contacto con el hígado (Ross, 2020)

 

 

 

DM-